La tecnología en el siglo XXI es
la herramienta que por excelencia permite recrear los aprendizajes, así como
almacenar, condensar y dinamizar el conocimiento. La relación entre ciencia y
la tecnología ha facilitado en escenarios educativos, sociales y laborales;
explicar, controlar y transformar el mundo, por ello, representa para las
personas y organizaciones la posibilidad de perdurar en el tiempo logrando
crear un valor dentro y fuera de ella, así como en sus grupos de interés.
Para
entender la tecnología como un potenciador de la responsabilidad social y su
contribución en los procesos de gestión, planeación y desarrollo, se debe
partir por comprender de manera sencilla algunos de sus conceptos, una vez
identificadas las generalidades se tiene el escenario para establecer dicha
relación 'TIC vs responsabilidad social'. Al hablar de tecnología, el
término se refiere a la transformación de recursos naturales en herramientas
simples, a través de las cuales los grupos poblacionales desde la prehistoria
han logrado controlar el fuego e incrementar sus posibilidades para acceder a
fuentes de comida, viajar y controlar su entorno.
La
relación entre responsabilidad social y tecnología se establece cuando en
nombre de la ciencia se han producido transformaciones al entorno con abusos
desmedidos hacia los recursos naturales. De esta manera, la falta de ética y
responsabilidad en aquellos deterioros ambientales, hace que el reto de este
siglo se enfoque en un discurso que promueva ya no la transformación sin medida
de los recursos para el desarrollo social, sino un cambio con visión sostenible
y ético del medio, considerando las posibilidades de las generaciones
futuras.
En
ese sentido, la necesidad actual es lograr que sea la ética, el marco que
oriente la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social
Empresarial (RSE). La tecnología al servicio de la sociedad impone el reto de
lograr su incorporación bajo principios de universalidad, apropiación,
sencillez y cobertura de tal manera, que cubra las necesidades de todos sin
exclusión. De acuerdo a lo anterior ¿cómo es posible lograr la implementación
de la Responsabilidad Social Tecnológica (RST) en la empresa o en cualquier
organización? La respuesta parece básica "brindando información al
usuario", pero en su enfoque es mucho más que divulgar objetivos
institucionales, datos y procesos.
Profundizar
en la socialización de este tipo de información tiene como efecto en los
usuarios y ciudadanos, el reconocimiento del valor empresarial en la medida que
los aproxima a comprender la visión de la compañía y su contribución al
bienestar de la comunidad; y no únicamente como una organización enfocada al
crecimiento económico. Estas prácticas ponen a disposición de la sociedad, los
conocimientos y avances científicos bajo la perspectiva que la ciencia y la
innovación facilitan al bienestar social[1]
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